lunes, 28 de diciembre de 2015

Shock Treatment

Hace algunos años en una noche de fiesta hablando con un conocido sobre cine me comento que que existía una especie de continuación de “The Rocky Horror Picture Show”, “Shock Treatment”, dirigida también por Jim Sharman y con algunos de los mismos actores que protagonizaron aquella. Cuando me enteré de ello no pude salir de mi asombro, ¿una de mis películas preferidas, que había visionado decenas de veces tenía segunda parte y yo no lo sabía? Indagando por a la mañana siguiente por la red descubrí que realmente no es una continuación en toda regla, simplemente conserva a los dos protagonistas, Brad y Janet, aunque interpretados por diferentes actores,algunos actores como ya he comentado, la dirección de Jim Sharman, y lo más importante, la música corre a cargo de Richard O´Brien, quién a su vez representa un papel en la película, lamentablemente su papel no tiene nada que ver con Riff Raff.

Empezaré dando por supuesto que quién lea esta reseña habrá visto “The Rocky Horror Picture Show”, si no es así os recomiendo al 100%.

Uno de los principales inconvenientes de ver esta película es que te esperes que vas a ver una continuación de RHPS, si buscas eso la película te va a defraudar, más que nada porque nunca se va a rodar algo parecido por mucho que se empeñen, esa película es única y salió de esa forma por muchas circunstancias, posee una espontaneidad de la que esta carece y los personajes no llegan a ser para nada tan carismáticos, Frank´N Furter, Riff Raff, Magenta, Columbia, Eddie…, son únicos y es muy difícil conseguir algo parecido en otra producción, aún teniendo el mismo músico y director.

La película empieza en un plató de televisión, Brad y Janet asisten como público. La pareja ahora esta casada, recordemos que en RHPS Brad proponía matrimonio a Janet en el primer número musical del filme. La cosa es que su matrimonio no funciona del todo bien y están sufriendo una crisis, según Janet a causa de la pasividad de Brad. Por ello participan en el concurso en donde en principio asistían de público, convirtiéndose en protagonistas de una especie de Reality Show, en el que mediante una serie de experimentos llevados a cabo por una especie de científico loco, Cosmo McKinley, interpretado por Richard O´Brien, harán que la pareja vuelva a ser feliz. Janet se convertirá en un ídolo para los teleespectadores mientras Brad está sedado, encerrado y amordazado en una celda donde debe sufrir terapia de electroshock. Mientras tanto el productor del programa Farley Flavors hará cualquier cosa para aumentar la audiencia y la popular presentadora que acaba de perder su espacio a consecuencia de la fama de Janet intentará junto al juez Oliver Wright, interpretado por Charles Gray (el narrador sin cuello de RHPS) recuperar su prestigio.

Más o menos ese es el argumento, aunque seguramente algunas cosas no me quedaron del todo claras, me parece que el guión es un poco lioso en ese sentido y algunos personajes no sabes bien a cuento de que vienen y si encima esta en ingles con subtítulos pues es más fácil perderse. Aún así la idea no está del todo mal y esa crítica al mundo a la industria de la televisión es muy interesante ya que se adelantó a su tiempo. No iban muy mal encaminados al inventarse ese reality show, muy parecido a subproductos televisivos actuales como “gran hermano” y similares, meros experimentos sociológicos que juegan con la condición humana y hacen de ello un mero espectáculo comercial.

En esta película veo un problema en cuanto a fotografía. Los decorados me gustan y aunque sean algo artificiales, le dan un aspecto muy original al filme, el plató de televisión, y sobretodo el interior, donde están situadas las habitaciones, el laboratorio y la celda, tienen un aspecto que sin duda llama la atención. El problema como he dicho está en la fotografía, el uso del color, sobretodo el rojo, molesta bastante a la vista, más si los personajes van vestidos también de rojo y además con un fondo rojo. Puede que en la época en que se estrenó eso quedara bien, todos hemos visto los típicos vídeos musicales de principios de los 80 en la que el colorido primaba sobre cualquier cosa. Me parece que ese es uno de los aspectos que ha hecho envejecer un poco mal a “Shock Treatment”
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Aspecto aparte es la música, ahí es donde radica la mayor parte del interés de “Shock Treatment”. Si bien no supera a las grandes canciones de RHPS, si que consigue un resultado satisfactorio en la mayoría y más que eso en algunas otras. Los números musicales y la coreografía están bastante bien y ver a Richard O´Brien y Patricia Quinn bailoteando por un escenario ya es suficiente aliciente para ver la película entera y disfrutarla. Las voces de las canciones son realmente buenas, especialmente la de Jessica Harper, que ya nos había deleitado con su voz en “El fantasma del Paraíso”, de Brian de Palma en 1974. Su voz es totalmente opuesta a la antigua Janet interpretada por Susan Sarandon,, mucho más grave y entonada. No me explico que esta chica no se haya dedicado profesionalmente al mundo de la música, porque voz para ello tenía. También me gustó mucho Cliff de Young, consiguiendo emular dignamente al antiguo Brad Majors.

Una película que ha pasado al olvido, repudiada por muchos de los fans de “Rocky Horror Picture Show”, vapuleada por la crítica y con poca aceptación del público en general. Estoy seguro que algún día esto va a cambiar, no digo que se trate de una gran película ni de que vaya a pasar a la historia, pero me parece que deberíamos darle otra oportunidad; yo mismo la volveré a ver pronto, a ver si capto algunas de las cosas que no entendí en su día (quizás por estar más atento a la música que a lo demás), además me parece que este tipo de películas ganan con cada visionado, porque ya conoces un poco más el argumento y puedes disfrutar más de los números musicales.

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