Hace algunos años en una
noche de fiesta hablando con un conocido sobre cine me comento que
que existía una especie de continuación de “The Rocky Horror
Picture Show”, “Shock Treatment”, dirigida también por Jim
Sharman y con algunos de los mismos actores que protagonizaron
aquella. Cuando me enteré de ello no pude salir de mi asombro, ¿una
de mis películas preferidas, que había visionado decenas de veces
tenía segunda parte y yo no lo sabía? Indagando por a la mañana
siguiente por la red descubrí que realmente no es una continuación
en toda regla, simplemente conserva a los dos protagonistas, Brad y
Janet, aunque interpretados por diferentes actores,algunos actores como ya he comentado, la dirección de
Jim Sharman, y lo más importante, la música corre a cargo de
Richard O´Brien, quién a su vez representa un papel en la película,
lamentablemente su papel no tiene nada que ver con Riff Raff.
Empezaré
dando por supuesto que quién lea esta reseña habrá visto “The
Rocky Horror Picture Show”, si no es así os recomiendo al 100%.
Uno
de los principales inconvenientes de ver esta película es que te
esperes que vas a ver una continuación de RHPS, si buscas eso la
película te va a defraudar, más que nada porque nunca se va a rodar
algo parecido por mucho que se empeñen, esa película es única y
salió de esa forma por muchas circunstancias, posee una
espontaneidad de la que esta carece y los personajes no llegan a ser
para nada tan carismáticos, Frank´N Furter, Riff Raff, Magenta,
Columbia, Eddie…, son únicos y es muy difícil conseguir algo
parecido en otra producción, aún teniendo el mismo músico y
director.
La
película empieza en un plató de televisión, Brad y Janet asisten
como público. La pareja ahora esta casada, recordemos que en RHPS
Brad proponía matrimonio a Janet en el primer número musical del
filme. La cosa es que su matrimonio no funciona del todo bien y están
sufriendo una crisis, según Janet a causa de la pasividad de Brad.
Por ello participan en el concurso en donde en principio asistían de
público, convirtiéndose en protagonistas de una especie de Reality
Show, en el que mediante una serie de experimentos llevados a cabo
por una especie de científico loco, Cosmo McKinley, interpretado por
Richard O´Brien, harán que la pareja vuelva a ser feliz. Janet se
convertirá en un ídolo para los teleespectadores mientras Brad está
sedado, encerrado y amordazado en una celda donde debe sufrir terapia
de electroshock. Mientras tanto el productor del programa Farley
Flavors hará cualquier cosa para aumentar la audiencia y la popular
presentadora que acaba de perder su espacio a consecuencia de la fama
de Janet intentará junto al juez Oliver Wright, interpretado por
Charles Gray (el narrador sin cuello de RHPS) recuperar su prestigio.
Más
o menos ese es el argumento, aunque seguramente algunas cosas no me
quedaron del todo claras, me parece que el guión es un poco lioso en
ese sentido y algunos personajes no sabes bien a cuento de que vienen
y si encima esta en ingles con subtítulos pues es más fácil
perderse. Aún así la idea no está del todo mal y esa crítica al
mundo a la industria de la televisión es muy interesante ya que se
adelantó a su tiempo. No iban muy mal encaminados al inventarse ese
reality show, muy parecido a subproductos televisivos actuales como
“gran hermano” y similares, meros experimentos sociológicos que
juegan con la condición humana y hacen de ello un mero espectáculo
comercial.
En
esta película veo un problema en cuanto a fotografía. Los decorados
me gustan y aunque sean algo artificiales, le dan un aspecto muy
original al filme, el plató de televisión, y sobretodo el interior,
donde están situadas las habitaciones, el laboratorio y la celda,
tienen un aspecto que sin duda llama la atención. El problema como
he dicho está en la fotografía, el uso del color, sobretodo el
rojo, molesta bastante a la vista, más si los personajes van
vestidos también de rojo y además con un fondo rojo. Puede que en
la época en que se estrenó eso quedara bien, todos hemos visto los
típicos vídeos musicales de principios de los 80 en la que el
colorido primaba sobre cualquier cosa. Me parece que ese es uno de
los aspectos que ha hecho envejecer un poco mal a “Shock
Treatment”
.
Aspecto
aparte es la música, ahí es donde radica la mayor parte del interés
de “Shock Treatment”. Si bien no supera a las grandes canciones
de RHPS, si que consigue un resultado satisfactorio en la mayoría y
más que eso en algunas otras. Los números musicales y la
coreografía están bastante bien y ver a Richard O´Brien y Patricia
Quinn bailoteando por un escenario ya es suficiente aliciente para
ver la película entera y disfrutarla. Las voces de las canciones son
realmente buenas, especialmente la de Jessica Harper, que ya nos
había deleitado con su voz en “El fantasma del Paraíso”, de
Brian de Palma en 1974. Su voz es totalmente opuesta a la antigua
Janet interpretada por Susan Sarandon,, mucho más grave y entonada.
No me explico que esta chica no se haya dedicado profesionalmente al
mundo de la música, porque voz para ello tenía. También me gustó
mucho Cliff de Young, consiguiendo emular dignamente al antiguo Brad
Majors.
Una
película que ha pasado al olvido, repudiada por muchos de los fans
de “Rocky Horror Picture Show”, vapuleada por la crítica y con
poca aceptación del público en general. Estoy seguro que algún
día esto va a cambiar, no digo que se trate de una gran película ni
de que vaya a pasar a la historia, pero me parece que deberíamos
darle otra oportunidad; yo mismo la volveré a ver pronto, a ver si
capto algunas de las cosas que no entendí en su día (quizás por
estar más atento a la música que a lo demás), además me parece
que este tipo de películas ganan con cada visionado, porque ya
conoces un poco más el argumento y puedes disfrutar más de los
números musicales.
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