El viernes 13 de octubre
de 1972, un avión uruguayo con 45 personas a bordo se estrelló en
los Andes. El grupo estaba compuesto por jóvenes jugadores de rugby,
sus amigos y parientes. Los sobrevivientes al choque quedaron
atrapados por las montañas nevadas a casi 4.000 m de altitud, sin
comida suficiente, sin agua, sin vestimenta adecuada y soportando
temperaturas menores a -30ºC. Al décimo día se enteraron, a través
de un pequeño receptor de radio, que la búsqueda del avión había
sido suspendida, dándoselos por muertos. Sabiéndose abandonados, la
salida de ese lugar quedaba exclusivamente en sus propios intentos de
encontrar un camino al valle. Finalmente, dos de los sobrevivientes
lograron, con enorme sacrificio y en condiciones inhumanas, cruzar a
pie la cadena montañosa de los Andes. Tras caminar 10 días,
encontraron al arriero Sergio Catalán, quien salió en busca de
ayuda y regresó con un grupo de rescate. Concluyeron así 72 días
de hambre, dolor, sufrimiento, desesperación y esperanza. Este
suceso es conocido mundialmente como el milagro de los Andes.
Seguramente conozcas esta
historia real por su adaptación cinematográfica estadounidense del
año 1993 llamada Viven pero 17 años antes, en el año 1976 y
solamente cuatro años después de tal trágico suceso el cineasta
mexicano René
Cardona recrearía este suceso adaptando el libro de 1973 de Clay
Blair Jr.
A
ser una película del año 1976 y de un presupuesto muy limitado no
invita a reseñar demasiado ya que hay que admitir que la película
ha envejecido bastante mal pero es una película muy curiosa si te
interesa el hecho real o quieres tenerla en tu currículum
vítae cinematográfico.
El
tono documental me agrada ya que le da un cierto punto realista. Los
decorados para el día de hoy no esta para nada bien conseguidos pero
lo que importa aquí es la crudeza y la realeza con la que actúan
los actrores que lo hacen bastante creíble. No es que tenga
sangre, pero si que es verdad que es bastante desagradable las
escenas de canibalismo y eso le da puntos a favor al realismo.
Digamos
que es una versión barroca de la versión estadounidense del año
1993.
Es
un trabajo bien realizado, que trata de contagiarnos la desesperación
y frustración que vivían en cada instante... quizás se hace un
poco larga, pero a mi me entretiene mucho.
Resumiendo,
si eres un cinefilo o te interesa el hecho real darle una oportunidad
ya que es una película mucho más realista, dura y humilde que la
versión del 1993 pero que ha envejecido bastante mal si quieres ver
un cine mucho más dinámico y cerca de los canones actuales
cinematográficos, para eso te recomiendo mejor que le des un vistazo
a la película Viven.
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