domingo, 7 de febrero de 2016

Supervivientes de los Andes


El viernes 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo con 45 personas a bordo se estrelló en los Andes. El grupo estaba compuesto por jóvenes jugadores de rugby, sus amigos y parientes. Los sobrevivientes al choque quedaron atrapados por las montañas nevadas a casi 4.000 m de altitud, sin comida suficiente, sin agua, sin vestimenta adecuada y soportando temperaturas menores a -30ºC. Al décimo día se enteraron, a través de un pequeño receptor de radio, que la búsqueda del avión había sido suspendida, dándoselos por muertos. Sabiéndose abandonados, la salida de ese lugar quedaba exclusivamente en sus propios intentos de encontrar un camino al valle. Finalmente, dos de los sobrevivientes lograron, con enorme sacrificio y en condiciones inhumanas, cruzar a pie la cadena montañosa de los Andes. Tras caminar 10 días, encontraron al arriero Sergio Catalán, quien salió en busca de ayuda y regresó con un grupo de rescate. Concluyeron así 72 días de hambre, dolor, sufrimiento, desesperación y esperanza. Este suceso es conocido mundialmente como el milagro de los Andes.

Seguramente conozcas esta historia real por su adaptación cinematográfica estadounidense del año 1993 llamada Viven pero 17 años antes, en el año 1976 y solamente cuatro años después de tal trágico suceso el cineasta mexicano René Cardona recrearía este suceso adaptando el libro de 1973 de Clay Blair Jr.

A ser una película del año 1976 y de un presupuesto muy limitado no invita a reseñar demasiado ya que hay que admitir que la película ha envejecido bastante mal pero es una película muy curiosa si te interesa el hecho real o quieres tenerla en tu currículum vítae cinematográfico.

El tono documental me agrada ya que le da un cierto punto realista. Los decorados para el día de hoy no esta para nada bien conseguidos pero lo que importa aquí es la crudeza y la realeza con la que actúan los actrores que lo hacen bastante creíble. No es que tenga sangre, pero si que es verdad que es bastante desagradable las escenas de canibalismo y eso le da puntos a favor al realismo.

Digamos que es una versión barroca de la versión estadounidense del año 1993.

Es un trabajo bien realizado, que trata de contagiarnos la desesperación y frustración que vivían en cada instante... quizás se hace un poco larga, pero a mi me entretiene mucho.

Resumiendo, si eres un cinefilo o te interesa el hecho real darle una oportunidad ya que es una película mucho más realista, dura y humilde que la versión del 1993 pero que ha envejecido bastante mal si quieres ver un cine mucho más dinámico y cerca de los canones actuales cinematográficos, para eso te recomiendo mejor que le des un vistazo a la película Viven.